CUERPO PRESENTE
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En el doble visible de la representación el cuerpo se convierte en figura simbólica que conlleva nuestra relación con el mundo y la vitalidad como sentido.
Vitalidad que se apropia en la serie “Cuerpo Presente” de Amanda Rodríguez. Autónomamente concentrado mediante una fuerza ontológica que trasciende de cualquier contextualización que pueda referenciar al cuerpo como sujeto ficcional, conectado narrativamente con algún argumento decorativo.
Desde la impronta de estas obras, observamos una transmutación de la figura humana que se manifiesta en su propia naturaleza, al transitar de las acciones a las tensiones. Estas últimas visibilizadas bajo un agudo estudio por parte de la autora, palpado por la propia materia pictórica que encarna la fuerza del trazo: libre, desprejuiciado y decidido. Como una simbiosis que conectara el “cuerpo presente” creador, con aquel representado que escapa de su mera condición de modelo, constituyéndose por medio de su máximo sentido háptico.
Estas pinturas, nos ofrecen relaciones que enriquecen su espectro significativo, como aquella analogía que confronta la desnudez como concepto. En un esplendor amplificado, en la opacidad de las formas y la transparencia del soporte. Caracterización que devela al lenguaje por parte de aquella potencia “dialéctica” entre figura y fondo, emancipado por el crudo de las telas y papeles en dinámica competencia con la huella del pigmento.
De tal manera, vemos como emerge la superficie del soporte material anulando cualquier idea de profundidad espacial, en donde el cuerpo se suspende por su propia fuerza que gravita en sí mismo. En un ejercicio exploratorio que encuentra su articulación a través de la fragmentación y multiplicidad, proporcionando distintos grados de información que permite conjeturar conexiones entre cuadro y cuadro a modo de conjunto. Congeniando la idea de una obra coherente, madurada en su síntesis conceptual y despojada de razonamientos inequívocos, propicio para la indagación y su apreciación.
Propiedades permitidas desde una geometría del vacío como factor constructivo, que se apodera del formato expulsando los cuerpos hacia los límites de este, forzando e interrogando a las leyes de la composición clásica. Así la contención de estas pinturas genera su desplazamiento hacia un margen invisibilizado, potenciando significativamente por la artista una mirada hacia una dimensión corpórea que conjuga presencia y ausencia.
Un trabajo poseedor de honestidad y fuerza, que nos sorprende como espectadores sensibles y reflexivos, que nos muestra un reflejo en aquellos cuerpos que expresan el más esencial sentido humano, como lo es el de la vida.
Víctor Muñoz Araya.
In the visible double of representation, the body becomes a symbolic figure that carries our relationship with the world and vitality in its meaning.
Vitality that is appropriated in the series ‘Cuerpo Presente’ by Amanda Rodríguez autonomously concentrated by means of an ontological force that transcends any contextualisation that can refer to the body as a fictional subject, connected narratively with some decorative argument.
From the imprint of these works, we observe a transmutation of the human figure that manifests itself in its own nature, as it moves from actions to tensions. These last ones made visible under a sharp study on the part of the author, touched by the own pictorial matter that incarnates the force of the stroke: free, unprejudiced and decisive. As a symbiosis that connects the creative ‘present body’ with that one represented which escapes from its mere condition of model, constituting itself by means of its maximum haptic sense.
These paintings offer us relationships that enrich their significant spectrum, like that analogy which confronts nudity as a concept. In an amplified splendour, in the opacity of the forms and the transparency of the medium. Characterisation that unveils the language by that ‘dialectical’ power between figure and background, emancipated by the rawness of the fabrics and papers in dynamic competition with the trace of the pigment.
In this way, we see how the surface of the material medium emerges, annulling any idea of spatial depth where the body is suspended by its own force gravitating around itself. In an exploratory exercise that finds its articulation through fragmentation and multiplicity, providing different degrees of information that allow to guess some connections between picture and picture as a whole. Putting together the idea of a coherent work, mature in its conceptual synthesis and stripped of unequivocal reasoning, conducive to inquiry and appreciation.
Properties allowed from a vacuum geometry as a constructive factor which takes over the format by expelling the bodies towards the limits of it, forcing and interrogating the laws of classical composition. Thus, the containment of these paintings generates their displacement towards an invisible margin that significantly enhances a look towards a corporeal dimension which combines presence and absence.
A work possessing honesty and strength, which surprises us as sensitive and reflective spectators, thst shows us a reflection upon those bodies that express the most essential human sense, as that of life is.
Víctor Muñoz Araya
Translated by Moisés Antonio Bittner.